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La Almazara de Los Molinos de Sipán permite disfrutar de las cualidades organolépticas acentuadas y armónicas de su aceite de oliva virgen de la variedad autóctona verdeña gracias al sostenimiento de los métodos tradicionales de prensado y movimiento con piedra.

Esta almazara, de la empresa Escario Gracia S.L., transforma las olivas propias de las plantaciones de Jesús Escario (alrededor de cuatrocientos árboles) y también algunas de otros olivareros que utilizan sus servicios para extraer lo mejor tanto de las variedades verdeña como la negral, la alquezarana o la arbequina. La familia Escario, de un acreditado espíritu emprendedor dentro de la actividad agroalimentaria, está igualmente pendiente de la concentración parcelaria que se ejecutará para el aprovechamiento de las aguas del embalse de Calcón, para plantar más olivos de especies autóctonas.

La Almazara de Los Molinos de Sipán es elegida por un buen número de profesionales para conseguir los mejores resultados, y, de hecho, tiene una producción de entre cien y doscientas toneladas de aceite, con la máxima calidad que permiten los sistemas tradicionales con movimiento mediante piedras y prensas artesanales, para acabar con la decantación y clarificación, ni siquiera con filtrado.

Jesús Escario, miembro de los Paneles de Cata de Aceite Virgen del Bajo Aragón, resalta las reacciones que provoca la verdeña que elabora. "No son ya los resultados excelentes en el laboratorio, sino que en las catas sensoriales impresiona a los expertos por su equilibrio y su personalidad acentuada".

Toda la producción de La Almazara de Los Molinos de Sipán sale convenientemente envasada y etiquetada, e incluso ha incorporado este año una botella de dos litros. Las extraordinarias cualidades organolépticas de su aceite, que se aprecia singularmente en su degustación en crudo, no han pasado inadvertidas para restaurantes de Huesca y también de otros establecimientos -incluido un francés-, y de hecho no alcanza a producir todo lo que podría vender.