Un año más, estamos de lleno en el periodo navideño. Nuestra generosidad se expande y nos da por compartir ilusiones con los seres queridos. Pero no sólo compartimos algo intangible, las ilusiones, sino también tangible, los regalos. Si nos decidiéramos a regalar aceite de oliva virgen extra, no sólo estamos ofreciendo algo material, sino que transmitiremos a nuestros allegados el deseo de que tengan una vida mejor. Como ya hemos escrito muchas veces, el aceite de oliva es salud para quien lo consume, pero es también dinero, numerosísimas familias viven de ello, y es también amor, el que los pequeños productores sienten por su fruto. Los tres grandes deseos que se citan para una importante celebración.
Permítanme que desde estas líneas recomiende algunos aceites de la provincia. El tradicional de Benaoliva (609562321) de las variedades Verdial de Vélez y Nevadillo, el premiado Hojiblanco y Arbequino de Finca la Torre (952111619), el novedoso Koroneiki de Cortijo El Solano (952720005), el especialísimo Acebuchino de Alcazarín Reunidos (952 45 74 53), el sorprendente de olivos milenarios de Molino del Hortelano (952753024) y el cooperativo Verdial de Vélez de Agro-olivarera Riogordo (952732233). Como se suele decir, no son todos los que están; estoy seguro que usted conoce algún otro buen aceite de oliva virgen extra de la provincia. Si es así, no dude en regalarlo a sus seres queridos. Pero si yo he elegido estos es porque, aunque pudiera parecer publicidad, no es tal, sino el deseo de compartir la información de buenos aceites malagueños.
Estos aceites proceden de almazaras que han sido elegidas para el proyecto que en colaboración del área de Desarrollo Económico Rural de la Diputación de Málaga, la asociación Olearum, Cultura y Patrimonio del Aceite ha organizado. Ha sido una serie de rutas de Oleoturismo por la provincia. El proyecto ha consistido en la invitación a grupos de prescriptores del aceite de oliva, tales como agencias de viajes y organismos turísticos, periodistas gastronómicos, comercializadores de productos malagueños y difusores del conocimiento a través de las redes sociales, para que sean ellos los que divulguen las excelencias del aceite de oliva virgen extra malagueño en sus círculos.
Regalar vino o bebidas alcohólicas está bien, sobre todo si son de bodegas malagueñas, pero creo que regalar aceite de oliva virgen extra está mejor. Además, su presencia será más permanente en el hogar donde lo regale. Como los nombrados son aceites especiales, sus receptores lo consumirán en cuidadas dosis, y así serán muchas más ocasiones las que habrá de recordarse con agrado por quienes han tenido la suerte de tener una persona que les ha regalado salud.
Y no puedo dejar de pasar la ocasión de unirme al coro de voces que proclaman una Feliz Navidad y un feliz año nuevo, eso sí, sin que falte un buen aceite de oliva virgen extra en nuestras mesas.