Arturo Esteve Comes, galardonado con el primer premio AEMO 2009 a la mejor difusión de la cultura del olivo, incansable caminante, comentarista y fotógrafo, se encontró, en una de sus múltiples excursiones, con un singular olivo: un acebuche que se heló en el año 1956, que sus dueños conservaron tal cual, y que ha rebrotado después de mucho tiempo sin vida aparente (casi cincuenta años).
Han concurrido esas dos circunstancias extraordinarias (conservación y rebrote). No se sabe si este hecho podía haberse dado en algún otro de los olivos helados en 1956 o en otros años. Pero el resto de ejemplares fueron sustituidos o, cuando menos, arrancados para aprovechar la leña. Solo este, gracias al aprecio que le tenían sus dueños, quedó en pie, en un paraje áspero y duro.
Arturo Esteve ha narrado esta circunstancia en muchos de los lugares donde ha llevado la exposición de los Olivos Milenarios de Castellón: Institutos de la provincia, Colegios de farmacéuticos de Sevilla, Huelva, León, Alicante, Ciudad Real, Albacete, en Universidades como la de Castilla La Mancha (Campus de Albacete y Ciudad Real), la misma Agencia del Aceite de Oliva en Madrid y hasta le ha dedicado un soneto que fue leído en IV congreso Olearum celebrado en Mora (Toledo), al tiempo que se proyectaba una imagen del olivo. En todos estos sitios, ha sido objeto de admiración y le han pedido, repetidamente, que haga llegar este caso extraordinario a todos los amantes del olivar.
Todo ello ha hecho que el Ayuntamiento de Culla tomara la decisión de presentar este olivo al VI CONCURSO AEMO AL MEJOR OLIVO MONUMENTAL DE ESPAÑA, con la autorización de su dueño D. Juan Celades Barreda.
El Jurado del Premio, reunido el 24 de abril de 2012, se ha compuesto de tres expertos, dos de ellos de reconocido prestigio en el mundo de la Agronomía en general y del olivo en particular y otro del mundo artístico.
- D. Luis Rallo, Catedrático de Fisiología Vegetal de la Universidad de Córdoba.
- D. Diego Barranco, Catedrático de Agronomía de la Universidad de Córdoba.
- D. Miguel Gómez Losada, Pintor.
Tras las deliberaciones del Jurado, se decidió considerar admisibles los olivos que cumplen con las bases y que han sido presentados en tiempo y forma.
Procediéndose a la valoración de los árboles el Jurado emite el siguiente fallo:
PRIMER PREMIO AEMO al Mejor Olivo Monumental de España 2012
A “EL OLIVO HELADO” presentado por el Ayuntamiento de Culla, situado en el municipio del mismo nombre en la provincia de Castellón.
El jurado ha premiado la extrema sensibilidad y perseverancia de los propietarios del árbol, la Familia Celades, al conservar un olivo helado y aparentemente muerto durante más de 50 años al cabo de los cuales rebrotó, permitiendo así expresar la capacidad de supervivencia única en esta especie. De este modo se proyectan sobre el olivo valores emocionales más allá de criterios utilidad.
SONETO A UN OLIVO HELADO, EN EL DURO INVIERNO DE 1956
OLIVO SILVESTRE SITUADO EN: MASÍA VIDAL -PARTIDA MAS DE PAULO- CULLA (Castellón)
ALTO MAESTRAZGO DE SANTA MARÍA DE MONTESA.
Ribera derecha de la Rambla Carbonera.
Piedemonte oriental de la Sierra Esparraguera.
Olivo entre peñascos de la sierra,
al que un invierno cruel heló tus ramas,
dejándote desnudo, entre retamas,
en campo pedregoso, horro de tierra.
Herido de muerte en esa fría guerra,
quiso Atena,* cuya poder proclamas,
mantener para siempre, en pie, tus famas,
con el valor que tu virtud** encierra.
Cincuenta años tus brazos han estado
clamando a un cielo que les dio la vida,
y que luego, inclemente, la ha quitado.
Hoy, primavera en zueca verdecida,
podemos verte, el soplo renovado,
con tu rama apuntando florecida.
*Palas Atenea, también era conocida como Atena/Ἀθήνη (no teta). El origen de este nombre le viene al haber nacido adulta, del cerebro de su padre Zeus, y no haber tomado nunca el pecho materno.
**Virtud, en el sentido de eficacia, fuerza y poder.
Comentario:
Este olivo silvestre (acebuche), formado por dos troncos de 4,76 y 3,15 metros de perímetro, sobre peana de 12,10 metros, se heló en el duro invierno de 1956, junto con otros miles de olivos, algarrobos, almendros, etc.
Sus dueños, D. Julio y Dª Gertrudis, siempre lo tuvieron como un árbol de jardín. Para ellos era, no el acebuche citado en la Biblia con el nombre de agrielaios/ἀγριέλαιος (el olivo silvestre o el olivo amargo), sino como un verdadero kalielaios/καλλιέλαιος (el buen olivo o el hermoso olivo cultivado del huerto) y fue tal su disgusto, que nunca quisieron aprovechar sus despojos. Lo conservaron seco, tal como la naturaleza lo había dejado, y como el devenir del tiempo lo iba modelando: una ramita rota, un trozo de corteza desprendido.
Hace unos pocos años, (2001-2002) el olivo rebrotó de su tocón (soca) como un verdadero “Ave Fénix” de nuestros tiempos. ¡Después de casi cincuenta años de hibernación! ¡Sorprendente milagro de una naturaleza, que nunca dejará de asombrarnos!
La solidez de la madera del acebuche ha hecho que, a lo largo de los años, el árbol no se haya visto afectado por los insectos (termitas, polillas) y, pese a no haber sufrido ningún tratamiento, los troncos, aunque resecos, se han mantenido en perfecto estado de conservación.
Esta circunstancia me trae a la memoria aquellos refranes que dicen:
- Al acebuche no hay quien le luche.
- Al acebuche no hay palo que le luche, más que la encina, que es su madrina.
- Al acebuche no hay palo que le luche, sino el moral, que le hace rabiar.
- Contra el acebuche no hay madera que luche, sino solo la encina, que le echó la pata encima.
- Lanza de acebuche, lanza de arrechuche.
Y quizás aquel otro, un tanto machista, propio de épocas ya felizmente superadas, y que dice así:
- Con manteca de acebuche, la más agria se hace dulce.
El dueño seleccionó tres de sus renuevos, ahora pequeños arbolillos, entre cuatro y seis centímetros de perímetro, que parecen insignificantes ante la majestuosidad del árbol original.
D. Arturo Esteve Comes
Culla, fiestas patronales de la Asunción de la Virgen, Sant Roc y el Salvador. Agosto 2011.
EL OLIVO (ACEBUCHE) MONUMENTAL DE CULLA
FICHA SINÓPTICA
DATOS SOCIALES
- Propiedad: Juan Celades Barreda, Mas de Vidal, Culla (Castellón)
- Uso: Paisajístico
SITUACIÓN GEOGRÁFICA
- Provincia: Castellón
- Comarca: Alto Maestrazgo de Santa María de Montesa
- Término municipal: Culla
- Partida o paraje: Mas de Paulo
- Coordenadas: U.T.M. 30TYK499616
- Fecha: 15 octubre 2011
CLASIFICACIÓN
- Especie: Olea europaea var. Sylvestris
- Nombre común: Acebuche, oleastro, olivo silvestre
- Nombre local: Ullastre
DASOMETRÍA
- Altura del árbol: 2,30 metros
- Altura de los troncos: 2,30 metros
- Perímetro total del árbol a 1,30 metros: 7,91 metros
- Perímetro tronco uno a 1,30 metros: 3,15 metros
- Perímetro tronco dos a 1,30 metros: 4,76 metros
- Perímetro proyección de la copa: estimada en 35 metros
- Edad : entre 800 y 1 000 años
ENTORNO
- Entorno físico:
Piedemonte de la sierra Esparraguera. Margen derecha de la rambla Carbonera. Zona de alta aridez cubierta de extensos lanchones de piedra calcárea.
- Vegetación del entorno:
Junipero thuriferae; Querceto rotundifoliae sigmetum; Ceratonia siliqua; Retama sphaerocarpa; Chamaerops humilis; Cistus ladanifer; Satureja innota, montana e intricata; Thymus vulgaris; Rosmarinus officinalis; Matricaria chamomilla, etc.
- Estado:
Helado en el año 1956. Rebrota entre los años 2001/2002
EJEMPLAR:
El árbol está formado por dos recios troncos unidos en un fuste común, que arranca del tocón a unos 25 centímetros del suelo.
Ambos troncos, a la altura de 2,30 metros, se dividen en varios cimales de desarrollo horizontal.
SINGULARIDAD:
El olivo (acebuche), en su estado original, era un ejemplar extraordinario, digno de catalogación como árbol singular. A ello debemos añadir que creció en estado silvestre, en terreno árido, entre lanchones de piedra y falto de tierra vegetal.
La dura helada de 1956, y la decisión de los dueños de conservarlo tal como la naturaleza lo había dejado, hizo de él un icono de respeto y amor por la naturaleza.
Pero el milagro surge al rebrotar, después de cincuenta años en estado de hibernación. Se le puede considerar como un verdadero “Ave Fenix” vegetal de nuestros campos y de nuestros tiempos.
Y decimos milagro, por que ha sido necesario que se conjugaran dos rarísimas circunstancias: Primero, que después de tantos años el tocón se mantuviera vivo, y segunda que la familia Celades tuviera esa profunda sensibilidad por la naturaleza, por su entorno y por su olivo. Podemos considerarlo como un caso único, digno de figurar en el Libro Guinness de los records.
Ficha y documentación: Arturo Esteve Comes