Mendoza tiene su Primer Panel de Cata de Aceites de Oliva del país. Se trata de una iniciativa de Rosa Chiquini, y su primera participación fue en el concurso “Olivinus”, que se desarrolló el pasado mes de agosto. Invitados por Miguel Zuccardi, responsable de la División Aceites de Oliva de Familia Zuccardi, los chicos cataron aceites de oliva, conocieron su proceso de elaboración, acompañados por Guillermo Ojeda, del área de producción, y participaron de una clase de cocina, a cargo de Torey Novak, del área de Turismo de Pan & Oliva.
Para Rosa Chiquini, formadora y pionera en esta actividad, “desde hace varios años mi intención era formar un panel de niños. Teníamos la escuela con Enrique Tittarelli y empecé con los más chicos más cercanos. Sus padres confiaron, los mandaron y la respuesta fue excepcional. Los chicos absorben todo lo que aprenden y, lo que no, lo van preguntando. Hace 16 años que realizo esta tarea. Se trata de educar el paladar. Esto es como andar en bicicleta: uno lo aprende y no se les va a olvidar más. En ‘Olivinus’, gracias al ingeniero Raúl Castellani, su creador, fue hermoso para ellos participar y que lo hayan hecho muy bien. Todos estábamos, en realidad, muy preocupados y les dieron un lugar especial.
Por su parte, Miguel Zuccardi comentó: “esta iniciativa del Panel de Cata de Aceite de Oliva compuesto por niños es especial. También comencé, desde chico, aprendiendo sobre aceites de oliva con Rosa, alguien que conoce mucho, y hay un hecho muy especial que es poder agregar valor a una actividad cultural y patrimonial en la provincia de Mendoza. Para quienes estamos en la producción, es de un gran valor poder ver que hoy se desarrolle esta difusión del aceite de oliva. Vivimos en una región que es única. El olivo se desarrolla desde 1930, pero hay olivares de finales de 1800. Tiene un valor cualitativo muy importante porque la zona permite producir aceites de muy buena calidad y, además, es parte del paisaje de Mendoza. Hoy los chicos visitaron nuestra planta de aceite, demostrando que tienen una percepción de aromas y de sabores muy desarrollada. Es muy interesante que se formen desde muy chicos. Estamos encantados de poder seguir sumando acciones hacia la cultura de aceites de alta calidad”.
Los pequeños catadores dejaron sus impresiones. Julia Arboit comentó: “Cuando hay que catar tenemos que oler, dar vuelta el vasito y taparlo después. Cuando catamos, debemos saber el frutado de la aceituna. Me ha encantado la experiencia”. Ivana Ascurra y Julieta Pereyra, entusiasmadas, contaron una anécdota: “Nuestras amigas nos preguntan qué es eso de catar aceite de oliva, y les explicamos cómo es. Nos gustaría, cuando seamos grandes, dedicarnos a esto”. “Nos gusta catar porque aprendemos cosas nuevas. Nos sentimos bien porque probamos distintos aceites de oliva y eso ayuda a distinguir los buenos de los malos”, opinaron, con total autoridad, Efrain Arboit y Tobías Rivas. “En la muestra ‘Olivinus’ nos fue muy bien. Probamos muchos aceites y aprendimos mucho. Fue emocionante, porque hemos aprendido un montón. Nos entregaron un diploma y un regalo y nos encantó estar allí”, contaron Milagros Puertas y Nicolás Pereyra. Juan Cruz Ascurra se siente orgulloso de hacer esta tarea: “Nos gusta mucho haber participado de la muestra y ser los únicos chicos que hacen esto”.