
Los agricultores de la localidad de Moreda quisieron dejar claro ayer que en la Rioja Alavesa no solo de vino vive el hombre. Y es que los olivareros del Trujal Cooperativo La Equidad celebraron la I Fiesta del Aceite de Oliva de Álava para promocionar este centenario cultivo que se mantiene en esta zona de la provincia y presentar también el resultado de la reciente cosecha de aceituna.
Los padrinos de esta nueva cosecha de aceite de Moreda fueron los cocineros Luis Ángel Plágaro, del restaurante Cocina de Plágaro de Vitoria; Juan Gil, del Mesón Erauskin de Alegría, y Roberto Ruiz del establecimiento Frontón de Tolosa. Los tres mostraron su satisfacción por convertirse en embajadores de este 'oro líquido' alavés que nunca falta en sus fogones. «Es un orgullo apadrinar este producto pero el aceite lleva mucho tiempo apadrinado ya que es el fruto de una tradición de siglos que aún se mantiene gracias al trabajo de los olivareros de aquí. Vosotros sois los padrinos de este aceite porque habéis hecho que este producto se conserve», explicó Roberto Ruiz.
Tras la presentación oficial de la cosecha tuvo lugar una cata comentada popular en la que participaron centenares de personas. Iker y Juan Luis, dos de los productores de aceite del pueblo, fueron los encargados de enseñar a los participantes el método más adecuado para oler y degustar todos los aromas y sabores que salen de la variedad de aceituna arróniz, la autóctona de la Rioja Alavesa. En concreto, esta variedad se caracteriza por dejar en boca y en nariz agradables toques amargos y picantes.
Sal y cerveza
Los asistentes a la fiesta pudieron también conocer el método de elaboración en las visitas guiadas que organizaron los olivareros al trujal y degustar una tostada 'pringá' de aceite en el mercado de productos artesanos que se habilitó en la plaza.
Al aceite de Moreda le acompañó la sal de Añana, la sidra de Aramaio, el queso Idiazabal o la cerveza elaborada en Álava. La clase sobre la cultura oleica se completó con una excursión en autobús por los parajes de Moreda en donde se conservan aceituneros de más de cinco siglos de vida.