
Si hace unos años se puso en marcha el enoturismo o turismo enológico que tanta aceptación está teniendo en nuestro país, algo parecido se está intentando hacer con nuestro apreciado aceite de oliva a través del llamado oleoturismo, es decir, el turismo por el que se da a conocer el proceso completo de elaboración del aceite de oliva.
Lo importante, aseguraban desde una almazara en la provincia de Toledo, es que la gente sepa lo bueno que es este aceite y las propiedades que tiene y hacerlo a través del turismo nos parece muy interesante.
Además, añadían, es una manera de hacer turismo diferente a lo habitual y puede tener una buena acogida, lo que redundaría en otros sectores de la región.
Aunque estamos hablando de un turismo incipiente que no tiene aún el arraigo del turismo del vino, sin embargo la ilusión es mucha a pesar de que los resultados que se están dando hasta este momento no son todo lo bueno que se esperaban.
De ahí que como señalaba el representante del sector de Cooperativas Agroalimentarias, Gregorio Gómez, “queda mucho camino por recorrer”. No obstante, se mostraba partidario de esta nueva actividad turística en Castilla-La Mancha, que como indicaba, puede redundar en otras cosas y todo lo que sea positivo lo vemos bien y apostamos por ello.
Ahora mismo la confianza para realizar este tipo de actividades entre el sector no está muy arraigada como consecuencia del miedo a que no salga bien, señalaba.
Donde sí se ha realizado una primera experiencia de este tipo ha sido a través de la DO Aceite Campo de Calatrava de Ciudad Real, culminada con éxito tras la visita guiada de un grupo de mujeres a una de las almazaras.