
En un soleado día electoral la gente no desaprovechó la oportunidad de disfrutar de la XIV Fira de s’Oliva.
Solo cuatro calles y la plaza del pueblo es la extensión que ofrece el pequeño núcleo de Caimari, a los pies de la Serra Tramuntana,en la Fira de s’Oliva. Pero es que este poco espacio es suficiente para concentrar en 40 expositores lo mejor de la artesanía y de la producción típica de Mallorca.
Así, en las tierras que se caracterizan por tener los mejores olivos de las islas, productores y empresas de aceite tienen prioridad a la hora de ofrecer sus productos. Y si bien la oliva es la gran protagonista de esta Fira, que este año cumple su XIV edición, también se da paso a otros productos típicos de Mallorca como la sobrassada y embutidos, quesos entre otras delicias.
“Esta Fira se conserva con los años porque ofrece calidad” apuntó Pere de Can Corretja de Pollença. “Nosotros asistimos a algunas fires de tardor, pero esta sin duda es la más artesanal” ratificó Pere. Tanto él como otros vendedores aseguran que cada año han ido cayendo las ventas, pero lo asistencia de gente se mantiene porque es una oferta muy temática y atractiva. Y es que no solo la comida es característica de Mallorca sino que también se puede disfrutar de variada artesanía. O productos de artistas locales, como es el caso de Joan Bibiloni de Manacor que ofrece cuentos y discos infantiles.
El entorno natural, con la Serra Tramuntana de fondo, también cobra relevancia ya que se trata del último núcleo urbano antes de subir a Lluc. Este contexto y un cálido clima animó a muchos de los visitantes a comer por libre en la plaza del pueblo de Caimari.
Esta Fira tiene como eje central la Oliva y todos sus derivados.
Todo el pueblo se engalana con motivos centrados en la oliva, también se pueden apreciar stand de artesanía, exposición de coches y motos antiguas, una amplia oferta de variada gastronomía, exposiciones artísticas, actuaciones musicales, exposición de diversas razas de animales y un largo etc…..
En la plaza se monta una tafona con prensa de viga, tirada por animales, que suele ser la gran atracción de la fira.
Los restaurantes y bares de Caimari se esmeran para la fira y nos sorprenden con una variada carta de platos especialmente diseñados para la ocasión.
El Parque Etnológico de Caimari, muestra, de forma didáctica, herramientas y construcciones tradicionales del mundo rural, como una “sitja” de carbonero, un “forn de calç”, “un coll de tords”, una “casa de neu”.
Una fira con un marcado carácter y sabor de lo tradicional.