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El árbol genealógico del olivo
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12 de febrero de 2011
Córdoba
Consejería de Agricultura y Pesca.

Andalucía atesora el mayor patrimonio genético en olivar del mundo, ubicado en el Banco de Germoplasma de Córdoba, cuya colección supera las 400 variedades de esta especie.

El banco tiene como objetivo salvaguardar el patrimonio genético olivarero.
El mayor patrimonio genético de variedades de olivo que existe en el mundo se encuentra en Andalucía. Se trata del denominado Banco Mundial de Germoplasma del Olivo (BMGO), ubicado en el centro 'Alameda del Obispo', en Córdoba, unas instalaciones gestionadas por el Instituto de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (Ifapa), adscrito a la Consejería de Agricultura y Pesca.

Este banco de germoplasma tiene como objetivo fundamental salvaguardar el patrimonio genético olivarero atesorado durante siglos de cultivo y expansión por el mundo y que, en muchos casos, tiende a desaparecer debido a la sustitución de las variedades tradicionales por las producidas mediante selección y mejora genética.

Actualmente, el Banco mantiene un total de 413 variedades en colección, procedentes de 20 países, entre los que figuran Albania, Argelia, Argentina, Croacia, Chipre, Egipto, Francia, Grecia, Irán, Israel e Italia. También existen variedades de Líbano, Marruecos, Méjico, Portugal, España, Siria, Túnez, Turquía y Estados Unidos.

La historia de este amplio reservorio genético en materia de olivar se remonta a hace treinta años, cuando arrancó un proyecto con un centenar de variedades de olivo oriundas de España, Italia, Turquía, Túnez y Portugal. Su desarrollo se encargó a investigadores de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), con el apoyo del Consejo Oleícola Internacional (COI) en el ámbito mediterráneo.

Según la investigadora del Ifapa 'Alameda del Obispo' y responsable de esta colección, Carmen del Río, "en olivo apenas hay variedades nuevas, pero la creciente tecnificación del cultivo está haciendo que, de las tradicionales, sólo se utilicen unas pocas que, en conjunto, reúnen buenas características agronómicas". En este sentido, asegura que "esta tendencia se acentuará a medida que se vaya reestructurando el olivar actual".
"Ello conlleva un grave riesgo de erosión genética", continúa Del Río, que precisa que "puede suponer la posible pérdida irreversible de variedades que podrían ser muy valiosas ante nuevos e imprevistos cambios climáticos, enfermedades o plagas y, sobre todo, de las que podrían ser 'los padres' de unas nuevas variedades, mejor adaptadas a una olivicultura moderna y competitiva".

El Banco de Germoplasma del Olivo cumple con éxito su principal cometido de preservar la diversidad y legado varietal y genético de uno de los cultivos más destacados de la comunidad autónoma, al tratarse de una colección viva, principal requisito que, según aconsejan los expertos, debe darse a la hora de emprender la conservación de material vegetal.

Esto es muy importante sobre todo en especies tan antiguas como el olivo, en las que sólo una repetida propagación vegetativa ha permitido conservar las buenas características agronómicas de los acebuches seleccionados y cultivados por los primeros agricultores hasta llegar a nuestros días.

Todo ello permite, además, cumplir con el segundo objetivo del Banco: estudiar y evaluar en las mismas condiciones de cultivo la mayor variabilidad genética posible. Los resultados de estos estudios son básicos para elegir las variedades que, en principio, podrían adaptarse mejor a las distintas zonas oleícolas, representando, a corto plazo, claras alternativas a las actuales.

En un plazo algo más largo, los programas de mejora actuales seguirán poniendo en valor lo mejor del patrimonio genético olivarero, ofreciendo nuevas variedades obtenidas por cruzamiento. Esta cuestión se hizo realidad con la primera nueva variedad de olivar obtenida tras años de estudio y experimentación, la denominada 'Shiquitita' (Chiquitita), que ha sido registrada por el Ifapa y la Universidad de Córdoba (UCO) recientemente. Esta variedad, recibida con optimismo por el sector viverista, se caracteriza por su reducido vigor, alta productividad y especialmente adaptada al cultivo en seto.


UNA COLECCION EN CONTINUA EVOLUCION

La colección del Banco Mundial de Germoplasma del Olivo, que ocupa una superficie de 12 hectáreas en el centro Ifapa 'Alameda del Obispo', ha crecido de manera paulatina y consta de cinco parcelas experimentales.

La primera y más antigua, hoy llamada 'Antigua colección', tenía registradas más de 300 variedades en los 80, aunque tras años de trabajos de identificación y discriminación en colaboración con la Universidad de Córdoba, incluye 170 variedades distintas.

La obligación de salvaguardar el material introducido y de ampliar la colección hizo que, en 1982, se plantara una segunda parcela, llamada 'Repetición en secano de la nueva colección", ya con dos árboles por variedad, uno en sus propias raíces y el otro injertado sobre 'Oblonga', para prevenir posibles ataques de verticilosis.

En 1987 se comenzó a plantar una tercera parcela, llamada 'Repetición en riego de la nueva colección', con el objetivo de conocer todo el potencial agronómico de los genotipos conservados, sin limitaciones de agua. En ella, cada variedad está representada por dos árboles auto-enraizados, plantados a un marco de 7x7 metros. Esta parcela es el centro neurálgico de los estudios de caracterización varietal desarrollados por distintas instituciones y grupos de investigación, coordinados mediante proyectos aprobados en convocatorias nacionales y europeas.

El Banco mantiene también una cuarta parcela auxiliar, llamada de 'Recepción y multiplicación', establecida con el doble objetivo de cultivar temporalmente las adquisiciones cuya descripción debe completarse antes de su introducción en la colección, y de disponer de plantas con buen desarrollo vegetativo para atender las numerosas solicitudes de material vegetal recibidas de otros centros de investigación a nivel internacional.

Además, recientemente se ha introducido un nuevo espacio, denominado 'Reservorio de aislamiento del material del Banco', con el objetivo de mantener las variedades autentificadas y sanas para su utilización por los viveristas e investigadores, para el desarrollo del Programa de Certificación de plantas de vivero de olivo, y para el envío de material auténtico y sano a otros bancos en el ámbito internacional. El trabajo ha sido financiado por un proyecto de excelencia en el que trabajan la Universidad de Córdoba y el Ifapa.

RECUPERAR VARIEDADES EN DESUSO

El propósito del proyecto 'Transforma' de Olivar, puesto en marcha por la Consejería de Agricultura a través del Ifapa, es recuperar variedades olivareras poco utilizadas o en desuso, registradas en el Banco Mundial de Germoplasma, que pueden dar óptimos resultados en cuanto a rendimiento y producción. Es el caso de antiguas variedades olivareras andaluzas como la 'Carrasqueña de Alcaudete', 'Ocal', 'Royal de Cazorla' o 'Verdial de Huévar'.

Junto a ellas, los investigadores reconocen que existe otra variedad, la 'Changlot Real', de origen valenciano y fácil adaptabilidad a las condiciones agroclimáticas de algunas zonas de Andalucía y que destaca, sobre todo, por ser, probablemente, la más resistente a la verticilosis, enfermedad del olivo causada por un hongo y que provoca que el árbol se seque y muera.

Este estudio, de cuatro años de duración y que se desarrollará en las provincias de Córdoba, Huelva, Jaén, Granada, Málaga y Almería, reviste una gran importancia para el sector olivarero andaluz, al incrementar la oferta de variedades de interés para este cultivo, elegidas en función de sus óptimas características agronómicas, y su gran capacidad de adaptarse a ambientes concretos, como es la resistencia a hongos aéreos en Huelva o a las bajas temperaturas de la provincia granadina. En la actualidad, sólo las variedades 'Arbequina', 'Picual' y 'Hojiblanca' representan más del 95% de la producción viverística de la comunidad autónoma andaluza, cuya riqueza varietal se traduce en más de 120 registros.

Para las tareas de análisis y experimentación, se dispone de 78 parcelas, en fase de plantación, donde hay sembradas una treintena de variedades de olivo, hasta ahora nunca plantadas, tanto de Andalucía como del resto de España y países del Mediterráneo, y que proceden del Banco Mundial de Germoplasma del Olivo.

BASE PARA MÚLTIPLS PROYECTOS DE I+D

Los trabajos desarrollados por el Ifapa en relación a la conservación y mejora del patrimonio genético olivarero han sentado las bases para múltiples proyectos de investigación y numerosas publicaciones científicas y de divulgación.

El valioso material que conserva y la información que genera el Banco Mundial de Germoplasma del Olivo son, asimismo, básicos para los actuales programas españoles de mejora genética de aceituna, tanto de almazara como de mesa.

El BGMO también ha sido básico para el establecimiento de los ensayos comparativos de variedades que actualmente se evalúan en toda Andalucía en el marco de la Red Andaluza de Experimentación Agraria de Olivar, que actualmente se enmarca en el proyecto de transferencia y formación 'Transforma' de oli.

COOPERACIÓN INTERNACIONAL

El Banco de Germoplasma del Olivo también ha proporcionado material a un gran número de centros de investigación de España y del mundo, cumpliendo así uno de los objetivos por los que la FAO, con el proyecto Cemedeto, creó en Córdoba la primera colección mundial en olivar. Así, se ha enviado material vegetal de todo tipo -estaquillas enraizadas o no, varetas para injerto, plantones, polen, frutos, muestras de hojas- a todos los países ribereños del Mediterráneo y a Jordania, Irak, Irán, Pakistán, India, Nepal, China, Japón, Portugal, Noruega, Estados Unidos, México, Perú, Chile, Argentina, Sudáfrica, Australia, Nueva Zelanda y Brasil.

El Banco es asimismo la instalación más visitada del centro 'Alameda del Obispo' y tema importante de los Cursos de Olivicultura, de Elaiotecnia y de Aceituna de Mesa organizados cada año por el Ifapa, y del Master de Olivicultura y Elaiotecnia, organizado conjuntamente por la Universidad de Córdoba, la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía y el Consejo Oleícola Internacional (COI).




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