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LAS AVES DEL OLIVAR. JUAN LUIS MUÑOZ ROLDAN

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LAS AVES DEL OLIVAR

El olivar es un cultivo fundamental para la economía de muchos pueblos andaluces, desde hace milenios; también lo es para entender su paisaje y su cultura; es la naturaleza que hemos conocido de niños aquellos que nos criamos entre olivos, aceitunas y aceite. El olivar no era ni es sólo olivos alineados, es también su suelo, las lindes y los arroyos, las hierbas, los insectos, y sus aves... Por eso dicen los técnicos que se trata de un "agroecosistema" donde todos los elementos han de ser considerados y respetados en su justa medida. Desde luego es como una dehesa, bosque mediterráneo humanizado para su explotación, que conserva elevada biodiversidad gracias a las relaciones entre árboles (los olivos), setos (vegetación natural en las lindes), suelo y animales. La ecología del olivar nos ofrece una visión más sabia a favor de la rentabilidad del cultivo y de la conservación del medio ambiente.

Las aves lo ocupan todo, cualquier ambiente entre el cielo y la tierra, y saben adaptarse mejor o peor a los cambios que el hombre ejerce sobre el medio. Por supuesto viven también en los olivares, durante todo el año uno disfruta sus colores y cantos mientras trabaja los olivos. Las aves benefician a la agricultura, resultan elementos auxiliares que combaten plagas por la cantidad de insectos que consumen; son indicadores de la salud del olivar; algunas están catalogadas como especies cinegéticas, por ejemplo perdiz y tórtola; y siempre deleitan a observadores, silvestristas y cazadores.

Las aves del olivar pueden dividirse, para su conocimiento genérico, en dos grandes grupos: reproductoras e invernantes. Las primeras son aquellas que crían en el cultivo, es decir, encuentran en el olivar el medio idóneo para anidar y cebar a los pollos. Pueden ser estivales, vienen de África en primavera, o residentes cuando están con nosotros todo el año. Las especies reproductoras más interesantes son:

- Curruca mirlona: pájaro de color gris, con capucha negra y ojo blanco como caracteres más llamativos. El canto, muy repetitivo y reconocible, es lo que nos permite detectar su presencia en el "mar de olivos" pues pasa fácilmente desapercibida debido a que se mueve por la espesura de manera que pocas veces hay ocasión de verla. Gusta de olivares tradicionales con árboles viejos.

- Curruca cabecinegra: pájaro pequeño conocido en algunos pueblos como "legañoso", por su anillo ocular rojo; canta con apresurados gorjeos. Requiere presencia de lindes con matas.

- Alzacola: el "tronchacolas" abre y oscila la cola cuando se posa en los suelos y en las estacas. Gusta de la combinación de pequeñas parcelas de manejo tradicional con olivos, viña, huerto y arroyo.

- Zarcero pálido: insectívoro de tonos apagados que cría en la vegetación de ribera. Es muy importante respetar las cañas, sauces y fresnos de los arroyos que cruzan los olivares andaluces, por las aves y para frenar la erosión.

- Mosquitero papialbo: pequeño pájaro verdoso cuyo trino nos sirve para localizarlo, principalmente en olivares maduros de las cumbres.

- Alcaudón común: pájaro depredador de grandes insectos, pajarillos y topillos, de aspecto blanco y negro con capucha roja y pico ganchudo.

- Totovía: alondra parda y moteada que cría en el suelo, de ahí que sobrevive en los "incultivos" que no abusan de los herbicidas. Canto inconfundible que emite en vuelo o desde la copa de un olivo.

- Chotacabras cuellirrojo: la "sumaya" es un ave nocturna que escuchamos, y a veces vemos revolotear entre los olivos, en las cálidas noches veraniegas.

Todas estas aves, como queda reflejado, son favorecidas por los olivares tradicionales, ecológicos, de secano y acompañados de lindazos, manchones y arroyos con matas y arbolado. Y resultan muy perjudicadas por el olivar intensivo y con un elevado uso de pesticidas. Hay que tener en cuenta que nos ayudan en la producción de aceite de oliva de calidad pues mantienen el cultivo más sano y todo el sistema más equilibrado.

Por otra parte, la invernada de aves europeas en los olivares de la cuenca mediterránea es un fenómeno migratorio de extraordinaria importancia, tanto ecológica como cinegética. Muchas aves pasan el otoño-invierno con nosotros, disfrutando un clima más suave y los frutos del bosque mediterráneo, como las aceitunas. Sin embargo suelen comer aceitunas en el suelo y ya picadas, por lo que no causan daño a la cosecha. Millones de ellas son abatidas cada invierno en Andalucía por escopetas y trampas. Las especies invernantes más representativas son:

- Zorzal común: ave muy conocida, de pecho y vientre blancos con motas negras. Abundante durante el invierno en los olivares. Otras especies del género Turdus también presentes, pero en menor cantidad, son los zorzales charlo, alirrojo y real, y el mirlo capiblanco.

- Curruca capirotada: pájaro con una población invernante y frugívora muy grande en Andalucía. Conocido como " cabecilla negra (macho) y cabecilla rubia (hembra)", ha sido la especie más consumida como "pajaritos fritos" durante siglos en cortijos y pueblos del valle del Guadalquivir, un significativo aporte proteico en aquellos duros inviernos. Hoy día parece no tener sentido matar pájaros, ni con trampas ni con escopetas; es más sano y divertido observarlos, escucharlos y fotografiarlos.

- Petirrojo: el "piche o tontillo" también presenta una gruesa población invernante; pájaro simpático que tenía fama de caer muy rápido en las primeras perchas de otoño pues se crían en jardines norteños donde se les respeta.

- Mosquitero común: una legión de millones de "mosqueros" invade cada invierno los olivares, ejerciendo una estupenda labor sanitaria pues devoran pulgones y larvas que encuentran en hojas, ramas y suelos.

- Milano real: esta rapaz, en grave declive en Europa, sobrevuela los olivos en invierno en busca de carroña y pequeñas presas. Su invernada en Andalucía es muy importante para la especie.

Por supuesto hay muchas más especies presentes en nuestro cultivo, esto ha sido sólo una modesta relación de las más interesantes. Además, no hay que olvidar las migraciones, cuando las aves, durante sus largos viajes norte-sur, sedimentan en el olivar para descansar y alimentarse durante unos días.

En definitiva, el olivar es un hábitat rico en aves debido a su estructura próxima al bosque mediterráneo original. Pero este cultivo está cambiando rápidamente hacia una mayor productividad, con plantaciones nuevas, espesas y en riego, elevado empleo de herbicidas, insecticidas y abonos de síntesis química, lo que perjudica la biodiversidad, la sostenibilidad del sistema ( en el que nos encontramos todos) y, lógicamente, la avifauna. No obstante, la reforma última de la PAC respecto a la ayuda al olivar quizás frene el citado proceso, de manera que muchas fincas aplican el código de buenas prácticas agrarias y reducen la presión sobre el medio ya que la ayuda ha sido desacoplada de la producción. Además algunos productores están ya convertidos a la agricultura ecológica, como alternativa rentable y para no contribuir a la contaminación en las comarcas olivareras.


Bibliografía recomendada:
- "Guía de las aves de España", Sociedad Española de Ornitología.
- "Territorio y medio ambiente en el olivar andaluz", José Ramón Guzmán Álvarez, Consejería de Agricultura y Pesca.
- "Avifauna nidificante en olivares viejos", Joaquín Muñoz Cobo, Universidad de Jaén.


Juan Luis Muñoz Roldán

ALZACOLA EN UN OLIVO. Foto: J.L. Roldán
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