Iniciamos hoy nuestra pequeña aportación a la Cultura Alimentaria poniendo sobre la mesa al elemento vertebrador de la Dieta Mediterránea, al oro Líquido de Homero, a la fuente que devuelve al corazón el alma de la tierra, al Aceite de Oliva Virgen Extra.
Este pequeño balcón que desde Málaga en la Mesa y el periódico Sur se nos abre, lo queremos exprimir al máximo para haceros llegar las principales características de este zumo mágico que a lo largo de la historia ha tenido infinidad de utilidades (alimento, medicamento, cosmético, para la iluminación de los hogares, como ritual…).
La palabra Aceite deriva del árabe “az-zait” (jugo de la oliva), y eso es precisamente el aceite de oliva virgen extra, 100% zumo de aceitunas sanas cuya calidad, sabor y aroma vienen definidos en función de las variedades de olivo, el clima, el suelo, la forma de recolección y su elaboración, teniendo especial relevancia su estado óptimo de maduración. Son aceites obtenidos sólo mediante procedimientos mecánicos, sin ningún defecto en el olor y el sabor y con una acidez inferior a 0,8º.
Es un alimento muy cercano y, sin embargo, desconocido. En la restauración ha sido maltratado y despojado de su envase y etiquetado original. Se presenta en aceiteras, la gran mayoría rellenas de no se sabe qué y con posos. Hay que saber que ya en el s.III d.C., Paladio decía: “Los recipientes de aceite estarán siempre limpios, para que no se estropeen los sabores con el rancio de los anteriores”.
Podemos presumir de ser el principal productor, comercializador y exportador del mundo de este producto mágico, lleno de historia, rebosante de cultura y dotado de una infinidad de propiedades saludables avaladas científicamente por múltiples estudios realizados por investigadores de todo el planeta. “El Remedio de la Tía mariquita que con aceite todo se quita” cada vez está más presente en la ciudadanía y el binomio Aceite-Salud es una de sus principales fortalezas. Su asignatura pendiente es el conocimiento de su cultura y eso es lo que queremos haceros llegar desde esta Tribuna de Opinión en nombre de la Asociación Olearum, Cultura y Patrimonio del Aceite.
Francisco Lorenzo Tapia
Presidente de Olearum, Cultura y Patrimonio del Aceite