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La Junta quiere incluir al aceite de oliva y a las aceitunas dentro del catálogo de alimentos que se reparten en los centros escolares.

La consejera de Agricultura, Elena Víboras, ha solicitado formalmente al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que inste a la Comisión Europea a «extender el régimen de ayudas para la distribución en centros escolares al aceite de oliva y la aceituna de mesa». Es decir que se coloquen a ambos alimentos al mismo nivel de ayudas y promoción de su consumo entre la población escolar que las frutas, las hortalizas o la leche. Víboras dijo que «no es nada nuevo» ya que desde la Junta se ha venido manifestando con anterioridad el deseo de «incorporar el aceite de oliva como un producto más del plan de reparto que se ha llevado a cabo hasta el momento».

Así lo dijo Víboras en su intervención en el último Consejo Consultivo de Política Agrícola para Asuntos Comunitarios celebrado y en la que se refirió a la «Propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo» por el que se modifica la normativa que ha regulado el régimen de ayudas para la distribución de ciertos alimentos en centros escolares. Si bien hasta la fecha existían dos programas independientes, la nueva reglamentación supondrá una simplificación administrativa al reunir en una sola norma la distribución de fruta (incluido el plátano), hortalizas frescas y leche.

Además, entre otras novedades de esta proposición se encuentra el refuerzo de la dimensión educativa del programa y un aumento de su presupuesto, que se elevará a 80 millones en el caso de la leche y a 150 millones de euros para las frutas y hortalizas. Por lo tanto Elena Víboras quiere aprovechar estos cambios y que el aceite de oliva y las aceitunas se incluyan en este catálogo de alientos saludables y en los programas que fomentan su consumo temprano entre los alumnos. Una decisión que, en cualquier caso, depende en última instancia de la UE.

En cuanto a los fondos de ayudas al reparto alimentario la consejera recalcó que la contribución económica de la Unión Europea se realizará mediante una ayuda máxima por ración de frutas y hortalizas pero que aún «queda pendiente de definir el concepto de ración así como el precio de la misma». A este asunto se suma además otro aspecto que también le genera «cierta incertidumbre» en relación a la gran extensión de Andalucía, ya que aún se desconoce si el elevado coste de transporte se tendrá en cuenta a la hora de calcular la ración.