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Islas Baleares; OLEOTURISTAS EN MALLORCA

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Un paraíso verde repleto de altos picos y valles coloridos, torrentes de agua, caminos de piedra, miradores y mar. El turismo olivarero de Mallorca multiplica sensaciones.Candidata a patrimonio de la humanidad de la Unesco, la mallorquina sierra de Tramontana derrocha bancales de olivos ampulosos y milenarios, y naranjos y limoneros trepando por sus montañas. Localidades con encanto y pasado árabe (Deiá, Sóller, Fornalutx, Biniaraix, Pollensa...) se intercalan entre rutas de olivares o enlazando lugares históricos como el monasterio de Lluc o el monte del Calvari. Por el camino, viejas almazaras y sus molinos, establecimientos de agroturismo guardianes de la arquitectura insular, o instalaciones premium distinguidas por los tratamientos de aceite de sus spas. Lo mejor, que hay un poco de todo para una escapada inolvidable.

Palma-Sóller en ferrocarril y tranvía

Para empezar, un viaje en el tiempo. El antiguo ferrocarril de Sóller, de 1912, retrocede cien años para recorrer desde la estación de Palma túneles y puentes como el de los Cinc-Ponts, sobrepasando terrazas de olivos, naranjos y limoneros, incluso a ras de vía, a la altura de Sóller. El trayecto cuesta 17 euros y ofrece vistas de altura impresionantes. También son recomendables los 5 kilómetros del trayecto Sóller-Puerto de Sóller (4 euros y 20 minutos de viaje) en un tranvía de época, e imprescindibles, las salas de exposiciones de ambas estaciones, dedicadas a Miró, Picasso y pintores insulares.

La ruta de la Piedra en Seco y del Oleoturismo

Los caminos de herradura, de Andratx a Pollensa, son ineludibles. Construidos con piedra sin cemento ni argamasa sirvieron a los payeses que iban en borrico, cargados de olivas, aceite y otros productos. Clasificadas en 8 etapas y 10 variantes, estas vías conectan de puerta a puerta (a unas cuatro horas y media de media a pie) con una red de refugios impecables (11 euros por persona) en la ruta del Oleoturismo. Muchos están cerca de pueblos, son accesibles en coche ?Can Boi (Deiá) o Pont Romà (Pollensa)? y enlazan con monumentos como el monasterio de Lluc. Para una escapada, basta una etapa. La del barranco de Biniaraix reúne uno de los más bellos paisajes olivareros y de piedra en seco.

El glamur del aceite

Solo algunos spas exclusivos ungen a sus clientes y al público externo con aceite de olivos mallorquines. Hoteles en entornos de ensueño personalizan su tratamiento con aceite de oliva propio. El premiado spa de La Residencia (Deià) propone una Citrus Siesta ?exfoliante, envoltura y masaje con aceite y cítricos durante 60 minutos por 120 euros? en cabina a la luz de las velas, o en sus terrazas abiertas a las montañas. Más minimalista es el spa del Relaix Chateau Son Brull (Pollensa), donde una surtida línea cosmética, Oliveda, con aceituna negra mallorquina triturada y aceite, ofrece desde exclusivas envolturas (90 euros) o masajes hasta limpiezas faciales.

Agroturismo

Unos son top y se encuentran entre olivares ?Son Brull (Deià) y Muleta Ca S?Hereu (Sóller)?, otros se exponen enfrente del mar ?Sa Pedrissa (Deià)?, y los hay que se pierden hacia el interior ?la Posada de LLuc (Pollensa)?: los establecimientos de agroturismo ofrecen una oportunidad única para disfrutar del tipismo de calidad en casas mallorquinas restauradas o antiguas y extensas posesiones. Enclavada en la ruta del Oleoturismo y la Piedra en Seco, Muleta Ca s`Hereu ofrece a los caminantes el zumo de naranja y el pa amb oli (pan, tomate, queso, jamón y aceite), que se oferta por doquier, incluso en algunos senderos. Y óptima para degustar platos clave de la región, como las sopes mallorquines, el frito o la lechona, es la bonita Posada de Lluc, a un paso del casco antiguo de Pollensa, de donde arrancan los 365 escalones que conducen al monte del Calvari.

Almazaras y aceite

Unas 22 marcas envasan oli de Mallorca, algunas con denominación de origen. De las muchas casas de Sóller con almazara, ya solo procesan dos. Can Det es de 1561, una joya visitable y única que elabora como antaño y comercializa aceite prensado en frío de aceituna mallorquina. A un paso, la moderna cooperativa de San Bartolomé elabora aceite novell de primera cosecha. En Fornalutx, en un viejo molino de aceite, abrirá el museo Can Xoroi, con maquinaria antigua y una colección de tejas rojas. Restaurantes y establecimientos de agroturismo conservan sus tahonas y algunas posesiones.

Comer por el camino

Cocas saladas, confituras de naranja y limón, ensaimadas? La cocina mallorquina sorprende. En Fornalutx, restaurantes tradicionales como Esturó y Ca N?Antuna garantizan sabor y buen precio (24 euros) con preciosas vistas a la sierra. Más vanguardista es La Villa, en Sóller, y para exquisitos, El Olivo, del hotel La Residencia, donde Guillermo Méndez borda platos maridando básicos como la lechona o la gamba de Sóller con aceitunas y aceite.

Sóller

Su iglesia de San Bartolomé, su museo modernista Can Prunera, sus casas con huerto y jardín interiores a la vista, y su calle de San Lluna, con galerías de arte y tiendas, merecen visita.

PARA SABER MÁS

Santiago-Palma sin escalas. Airberlin ofrece vuelos directos desde Lavacolla hasta la capital mallorquina: www.airberlin.com

Desde el aeropuerto. La línea 1 de autobús (2 euros, 20 minutos) llega a la plaza de España de Palma. A unos metros está el ferrocarril de Sóller, la estación intermodal y el hotel Plaza Avenida, un cuatro estrellas impecable y bien posicionado para recorrer la capital desde la comercial calle de Sant Nicolau hasta la imponente catedral, frente al mar.

Para moverse. En www.caib.es y www.trendesoller.com aparecen los horarios de todos los medios de transporte. Las carreteras de interior ofrecen las mejores vistas para trayectos como Palma-Valdemossa-Deiá o Pollensa-Puerto de Sóller. Para economizar tiempo, la autopista.

Rutas. En www.illesbalearsqualitat.cat hay alternativas de senderismo. Muchas rutas parten de establecimientos de agroturismo y refugios, como los de la Piedra en Seco (www.conselldemallorca.net/mediambient/pedra). Algunos senderos están señalizados parcialmente, por lo que es aconsejable llevar un mapa, recurrir a guías locales de senderismo interpretativo o buscar descripciones de itinerarios en foros especializados.

FUENTE: Ana Montes 3-09-2010. http://m.lavoz.es

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