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Huesca; LAS MÚLTIPLES RUTAS DEL SOMONTANO

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Descender por las laderas de un cañón y recorrer parajes de belleza señorial, como debieron lucir al comienzo de los tiempos, son opciones que el amante del turismo rural encuentra en la Comarca de Somontano de Barbastro, un territorio de variados microclimas, ricas tradiciones y rutas históricas.

Localizada en el centro de la provincia de Huesca, en Aragón, España, entre el valle del Ebro y la cordillera de los Pirineos, esta zona de transición –también conocida como pre-pirineo– es tierra de vid, olivo, almendro, carrascas, arte rupestre y múltiples rutas para la práctica del senderismo y deportes extremos que cada año atraen a entusiastas exploradores. La corta distancia entre muchos de sus parajes hace de esta comarca el lugar ideal para una escapada de fin de semana.

La Sierra de Guara, suerte de réplica sureña de los Pirineos, domina buena parte de los 1,163 kilómetros cuadrados del Somontano. La espectacularidad de sus paisajes es fruto de una compleja estructura geológica surgida de procesos de orogenia alpina. La red hidrográfica de cañones, barrancos, foces y gargantas, se manifiesta en los ríos Flumen, Guatizalema, Alcanadre, Calcón, Mascún, Formiga, Isuala, Vero y sus afluentes.


BARRANQUISMO Y MÁS:

Al adentrarse en el entorno, al mejor estilo aventurero, el Somontano ofrece variedad de deportes: pesca, escalada o descenso de cañones y barrancos, hípica, espeleología, puénting y vuelo en ultraligero.

Luego de hacerse de un guía experimentado para una jornada de barranquismo, y asegurarse de que lleva el equipo necesario y de que las condiciones climatológicas son óptimas, entréguese a la adrenalina que supone descender barrancos como los de la Peonera, Vero, Formiga, Gorgas Negras y Mascún.

Rincones ocultos, cascadas, badinas transparentes, enormes bloques de piedra, galerías subterráneas y aberintos de agujas rocosas asombran al visitante de esta zona, catalogada en su género como el conjunto de gargantas más importante de Europa.

Para disfrutar de la naturaleza en familia están los recorridos didácticos: el camino de la Sal en Naval, la ruta de Las Viñas en Salas Altas, el barranco de La Fuente en Alquézar, el Camino de Ras Vals en Castillazuelo o las sendas de Guara en Rodellar. Algunos de ellos también pueden hacerse en bicicleta de montaña. Desde el Pico de La Cabeza de Guara –de más de 1,800 metros de altitud, considerado el “techo del Somontano”– se aprecian maravillosas vistas de los barrancos del río Alcanadre, de la tierra llana y de la barrera pirenaica.

Las rutas a caballo permiten andar caminos de belleza salvaje, ascender escarpadas laderas, bordear y cruzar ríos. Los pueblos de Bierge y Barbastro poseen clubes hípicos de gran reputación. El ultraligero y el parapente brindan una perspectiva privilegiada al sobrevolar el Somontano. Solo tiene que dirigirse al Campo Municipal de Vuelo de Barbastro, en la carretera que va a Berbegal.


LAS RUTAS DE LOS VIÑEDOS:

La Comarca del Somontano cuenta con una larga experiencia en el cultivo de la vid, que se remonta al siglo II antes de nuestra era. La tradición, que prosperó bajo la influencia de los monasterios en la Edad Media, es hoy sinónimo de calidad dentro y fuera de las fronteras españolas gracias al nacimiento, en 1984, de la Denominación de Origen “Somontano”, bajo la cual existen en la actualidad 4,000 hectáreas de viñedos y 20 bodegas. El otoño es la mejor época para contemplar la belleza de los viñedos.

Se puede organizar una excursión desde Salas Altas, situada en la frontera de dos territorios diferentes: la planicie agrícola cubierta por cultivos de tipo mediterráneo y la línea montañosa descrita por la sierra de la Candelera, a cuyos pies se asienta la localidad.

A esta ruta la distingue la variedad paisajística y es un itinerario exclusivamente senderista. Durante el recorrido no es difícil percatarse del inmenso patrimonio vitivinícola de la comarca, donde la sabiduría de cientos de años de vendimias convive con las nuevas tecnologías. También se aprende que para la elaboración de los vinos Somontano se utilizan ocho variedades de uvas tintas: tempranillo moristel, parraleta, garnacha tinta, cabernet sauvignon, pinot noir, merlot y syrah; y cinco variedades blancas: garnacha blanca, macabeo, alcañón, gewürztraminer y chardonnay.


OLEOTURISMO, ORO LIQUIDO:

En el Santuario de Dulcis se encuentra el bosque de los Olivos, con representación de todas las variedades de este árbol cultivadas en el Somontano. Los aceites de la región, de excepcional calidad y prestigio, son puro jugo de aceitunas sanas. El antiguo Torno de Buera, una almazara de los siglos XVI y XVII, acogió una muela y una gran prensa de libra que estuvo en funcionamiento hasta que las nuevas técnicas las suplantaron en el siglo XX. Los antiguos elementos, que desde sus orígenes se usaron para extraer aceite, han sido recuperados y puestos en funcionamiento. El espacio se convirtió en un centro de visitantes que muestra la riqueza biológica de los olivos, las labores tradicionales del olivar y la historia del aceite y de sus rituales.


HUELLAS PREHISTORICAS:

La huella de los antepasados también ha quedado en el paisaje, como reflejo de los modos de vida de cada época. Muros de piedra y ermitas rupestres con pictografías antiquísimas pueden ser admirados en los recorridos por los diferentes senderos del Somontano, testigos del diálogo constante entre el hombre y la naturaleza.

Durante el verano y Semana Santa se realizan visitas diarias a los abrigos con pinturas rupestres de Arpán, Barfaluy y Mallata. En primavera y otoño pueden visitarse durante el fin de semana. En la Sierra de Guara, en el Parque Cultural del Río Vero, se encuentra uno de los conjuntos de arte rupestre prehistórico más singulares de la península Ibérica, con más de 60 abrigos pintados, declarados por la UNESCO Patrimonio Mundial, en 1998. Debido a la gran cantidad de pinturas rupestres descubiertas en los últimos años, el Somontano se ha convertido en un enclave de interés global.

Las localidades de Lecina, Colungo, Alquézar, Bierge y Estadilla son idóneas para acercarse a estas manifestaciones artísticas. Aquí aparecen las representaciones de arte rupestre más antiguas de Aragón, correspondientes al Paleolítico y ubicadas en la Cueva de la Fuente del Trucho. Las hicieron cazadores que ocuparon la profunda cavidad hace 20,000 años, para protegerse del frío de la última de las glaciaciones cuaternarias.

Al acercarse a los pueblos y senderos del Somontano, se descubren hermosos rincones, pasadizos y fuentes detenidos en el tiempo, callejuelas que convergen en las plazas mayores, lugares de celebración de fiestas tradicionales, caminos y accidentes geográficos que revelan las huellas de un pasado remoto que revive en cada nuevo recorrido.


RUTAS:

• Senderos de Gran Recorrido: Somontano GR45, Mariano GR17 y un tramo del Sendero histórico GR1.

• De Pequeño Recorrido: Ruta del Vino PR HU-71 y Ruta de la Trashumancia PR HU-72.

• Ambos surcan el Somontano en una red de itinerarios señalizados para la práctica del senderismo.

Más información: www.somontano.org


Autor: Adrian R. Morales
Fuente: http://www.refugiosmagazine.com/app/article.aspx?id=214

Prensa de viga y quintal de 1.818. Foto:P. Lorenzo
Molino de sangre. Basrbastro. Foto: Paco Lorenzo
Olearum visita el Molino de Betorz. F: P. Lorenzo
Iglesia de Olson entre un olivar centenario. P. L
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