Recursos Oleícolas

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El olivo es un árbol perennifolio que puede vivir cientos de años. Le gustan los suelos calcáreos y el clima mediterráneo de veranos secos y cálidos e inviernos suaves. En Collbató se cultivan desde tiempos inmemoriales.

El Trull es el establecimiento donde se elabora el aceite, que es el resultado de la ejecución de la molienda de las aceitunas, que se hace con el molino, y de la exprimida de esta pasta, que se hace con la prensa.

Entre los siglos XV y XX, en Collbató han contabilizado veintidós dos almazaras. La mayoría estuvieron en activo entre mediados del siglo XIX y primer tercio del XX.

Hasta la década de 1920 se usaron los molinos de piedra movidos por un animal que hacía girar la muela vertical, que giraba y aplastaba las aceitunas que eran suelta sobre el lecho , y las prensas de tornillo o de rincón , que eran máquinas pequeñas, de madera, que ejercían la presión mediante un tornillo que bajaba por arriba y aplastaba los capachos .

A finales del siglo XIX el sector oleícola mundial entró en crisis como consecuencia de la aparición de otros aceites vegetales y minerales, y las luces de gas, que derrumbaron la demanda de aceite de oliva.

La recuperación llegó en el primer tercio del siglo XX, con la incorporación de novedades tecnológicas que permitieron optimizar el proceso de elaboración.
Hacia 1920 José Rogent , un hacendado local, sustituyó su molino de tracción animal por uno eléctrico y se instaló una prensa hidráulica, pasando así a tener el molino más moderno de la villa.

En 1932, el Sindicato Agrícola de Collbató , compró el edificio del actual molino, que había sido un corral de ganado con una paliza en la parte superior; electrificó el antiguo molino de piedra y allí instaló una prensa hidráulica, fabricada por la casa Barón de Tortosa. Estas máquinas estuvieron en funcionamiento hasta el año 2005.

Desde diciembre de 2010 el Molino de Aceite vuelve a abrir las puertas reconvertido en un Centro de Interpretación. Se encuentra ubicado en el antiguo molino de la calle de Pau Bertran, y ha sido musealizado por la historiadora local Assumpta Muset. Mediante paneles, fotografías y piezas diversas, muchas de ellas cedidas por agricultores del pueblo, se explica la tradición olivarera y aceitera de Collbató, desde la Edad Media hasta nuestros días.

Los visitantes podrán conocer las dos variedades de olivos típicas del entorno de Montserrat: la verdadera y la palomar, la evolución estacional de la cosecha, las máquinas, las herramientas y los utensilios empleados para trabajar la tierra y elaborar el aceite, la importancia que este sector tuvo para las economías familiares locales, las viscicitudes que experimentó el sector a finales del siglo XIX, y los esfuerzos que hicieron los campesinos para modernizarlo, incorporando las novedades tecnológicas de la época, como podían ser la prensa hidráulica y la electricidad.


LA HISTORIA

El año 1932 el Sindicato Agrícola, que reunía a todos los payeses de Collbató, compró este edificio y lo convirtió en un trullo moderno, gracias a la incorporación de las siguientes innovaciones tecnológicas:

La electricidad, que sirvió para mecanizar el molino y la prensa. Esto permitió automatizar los procesos de elaboración de aceite con una inversión mínima y un coste energético asumible –solo hacía falta pagar la electricidad consumida–, con las mismas horas se procesaban el doble de kilogramos de olivas, se podía prescindir del animal y de algunos de los hombres que movían las máquinas ganando así eficiencia.

El acero, que es una variedad superior de hierro, con muchas ventajas respecto a los materiales tradicionales, como la madera o el hierro. No se rompe con los golpes, ni se deforma con el peso o la presión continuada, ni se gasta con el roce. Era, pues, el metal adecuado para hacer algunas piezas de la prensa, que es un aparato que tiene que soportar todos estos inconvenientes.

La prensa hidráulica, que era una máquina nueva, fruto de un cuidadoso trabajo de ingeniería. Era más eficiente que las prensas de madera y superaba su capacidad de trabajo, de forma que también aquí se ganó en productividad y eficiencia, y se redujeron los costes.

El año 1993 se disolvió la Cámara Agraria Local y el Ayuntamiento se hizo cargo del molino de aceite, con el compromiso de mantenerlo en funcionamiento o bien de convertirlo en un espacio expositivo. El 2005, y después de una inspección de Sanidad, se tuvo que cerrar por incumplimiento de la normativa vigente.


LAS MÁQUINAS Y LAS INSTALACIONES

El molino de piedra estaba formado por la somola, que es la piedra redonda y plana donde se tiraban las olivas; y la mola o rodillo, que es la piedra de unos 2.000 kg que tritura. Originariamente este era un molino de sangre que giraba tirado por un animal, pero en 1933 se automatizó con la incorporación de un motor eléctrico.

La bateadora térmica fue incorporada años más tarde y proviene del trullo de la Viña Vieja de Esparreguera. Para adaptarla fue necesario levantar el molino. Tiene una cámara térmica y un tornillo sin fin que servían para calentar y remover la masa de la molienda para facilitar la extracción del aceite. La pasta caía a la pica, de donde se sacaba manualmente con la cassa y se ponía en los cofines. De esto se decía dar la cassa.
La prensa hidráulica fue comprada en 1933 por el Sindicato Agrícola de Collbató y funcionaba con energía eléctrica. Los cofines, llenos con la pasta de la molienda, se apilaban dentro de la vagoneta, uno encima del otro (de esto se decía encofinar) y se metían en la prensa, encima del pistón, que estaba escondido bajo la superficie (ahora se puede ver colgado). La bomba hidráulica inyectaba agua, a través de un conducto subterráneo, y hacía elevar el pistón, que impulsaba los cofines contra la cabecera de la prensa. Para favorecer la extracción del aceite se echaba agua caliente, que se calentaba en una fogaina que había junto a la prensa. La capacidad de trabajo de esta máquina era muy superior a la de las prensas de madera tradicionales. Prensaba unos 8 o 9 sacos de olivas cada vez –entre 400 y 450 kg, que equivalían a un remig–, de forma que en un día podía haber aplastado unos 4.000 kg de olivas.

Las cubelles eran los depósitos donde se dejaba reponer el líquido de la prensada. El aceite flotaba y el agua, más pesada, caía al fondo y pasaba al segundo depósito, donde se completaba el proceso de limpieza.

De la prensada se obtenían los componentes siguientes:

- La morca, rechazo o alpechín, de las cubelles. Se utilizaba para hacer jabón de lavar.
- El orujo o pasta y hueso machacado, que quedaba en los cofines. Servía para adobar los campos y hacer fuego.
- El aceite de oliva virgen, que era el jugo de las olivas. Se utilizaba para conservar la carne de cerdo (tupí), cocinar, hacer ungüentos y pomadas, e iluminar (candiles). El aceite de las primeras olivas, que todavía son verdes, es de color amarillo-verdoso y de sabor áspero, mientras que el de las últimas, ya maduras, es más dulce y suave.

El molino de martillos sustituyó al de piedra. Aquí las olivas reciben el impacto de unos martillos metálicos que giran a gran velocidad.


LOS TRABAJADORES

La elaboración de aceite no fue nunca un oficio especializado. Exigía unos conocimientos técnicos y prácticos que se aprendían con el tiempo y que los labradores dominaban. Las jornadas eran largas (de las siete de la mañana a las siete de la tarde) y el trabajo pesado. En el molino de Collbató solían trabajar los siguientes operarios:

- Los mozos, uno o dos aprendices que se encargaban del fuego, ayudaban a descargar las olivas y a echarlas al molino, a encofinar y desencofinar (sacar los cofines de la prensa), a limpiar y engrasar las máquinas, remendar los cofines, etc.
- El encargado era el experto y el máximo responsable. Dirigía el proceso, daba las órdenes y hacía los trabajos delicados (sacaba el aceite de las cubelles con la casa y lo medía con un recipiente llamado munyidora).
- El payés y amo de las olivas, que supervisaba la molida y colaboraba en las operaciones más pesadas, como llenar los cofines.

Para más información:

- Oficina de Turismo de Collbató
- Dirección C / Pau Bertran, 2. C.P 08.293 Collbató.
- Teléfono 93 777 90 76
- E-mail turisme@collbato.cat
- Horario en CONCERTAR visitas guiadas
La visita al Centro de Interpretación se puede realizar de forma libre, guiada o como complemento de las rutas guiadas del Camino del Aceite y del Pueblo de Collbató.El horario de visita libre es de 12 a 14 horas los fines de semana y festivos

- Precio Visita Libre: Entrada general: 2.20 €
- Entrada reducida: collbatonins, jubilados, pensionistas y / o mostrando entrada Cuevas del Salitre: € 1.15
- Entrada gratuita: menores de 5 años
- Visitas guiadas para grupos (más de 15 personas y horarios bajo reserva)
- Visitas guiadas al molino: 2.20 €
- Ruta guiada camino del Aceite: 4 €
- Ruta guiada al Pueblo: 3 €


FUENTE: Centro de Interpretación del Aceite de Collbató (Barcelona).
Información recogida en 2011. Consultar actualizaciones.