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ALMAZARA HISTÓRICA
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Huesca; Betorz; Antiguo molino aceitero de Betorz

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Betorz es una pequeña pedanía perteneciente al municipio sobrardense de Bárcabo. Se encuentra situado a casi 1000 metros de altitud, tocado por la magia del monte Asba, en cuya falda meridional se ubica y donde se decía se reunían las brujas de Guara.

El antiguo molino aceitero de Betorz (municipio de Bárcabo) luce espléndido en la localidad tras su reciente rehabilitación (Agosto 2010). El inmueble, que fue cedido al Ayuntamiento por el propietario, se quiere convertir a partir de ahora en lugar de visita para acercar la arquitectura popular a la población e incrementar el atractivo turístico de la zona.

Este antiguo molino aceitero no sólo resulta de interés por la edificación, sino también porque en su interior alberga elementos como la gran rueda de piedra que se movía por tracción animal y la prensa de hierro colada con sus correspondientes depósitos y circuitos para convertir la oliva en aceite.

La actuación en el molino ha comprendido la restauración del edificio de mampostería con una intervención arquitectónica que ha respetado estructura e instrumentos. Para la recuperación del molino se han destinado cerca de 70.000 euros, de los que la mitad procede de los programas de desarrollo rural impulsados por la Diputación Provincial de Huesca y que se desarrollan en colaboración con el grupo de acción local Cedesor y las Comarcas de Sobrarbe y Ribagorza. El resto de la inversión proviene de los programas Feader y del Gobierno de Aragón.

Gracias a este tipo de iniciativas se pueden recordar las antiguas tradiciones del Sobrarbe y cómo era su economía y, además hace que los más jóvenes puedan conocer toda una forma de vida.

DATOS DE INTERÉS:

- Coordenadas geográficas: Latitud: 42° 15\' 33.83" N. Longitud:0° 1\' 16.94" E
- Para más información: Ayuntamiento de Bárcabo: 974 318 453.


COMO LLEGAR:

Para conocer Betorz deberemos viajar primero a Lecina, localidad a la que llegaremos tras tomar un desvío señalizado en la A-2205, de Aínsa al puente de Buera. Atravesamos Lecina y seguimos por el camino. Enseguida superamos una cruz de término, a la izquierda en sentido ascendente.

Luego deberemos parar más de una vez porque entre esta localidad y nuestro destino de hoy hay varios ejemplos interesantes de casetas destinadas a guarecerse de las inclemencias meteorológicas, guardar el ganado o los aperos. Las hay de diversos tamaños, más cerca o más lejos de la carretera, pero todas interesantes por su testimonio de una manera de vida agropastoril que ya se ha perdido. Llaman la atención, también, los muros que definen parcelas de tierra, seguramente para evitar interferencias ganaderas en el crecimiento de las plantas o para dejar bien definido dónde acababa algo y dónde empezaba lo siguiente.

Otro lugar de visita obligada, antes de llegar a Betorz, es la Fuente Laspuña. En el camino de acceso desde Lecina hay una señal que indica el camino a tomar y andando, en menos de los cinco minutos que señala el cartel, se llega. Hay otra de las casetas que abundan en estos parajes, así como una mesa con bancos para comer.

El conjunto lo forman la fuente y el abrevadero, pegados a la roca de donde sale el agua, y un lavadero de forma circular. Según me relató un vecino con el que hablé luego en Betorz, había aquí una tejería. Cada vecino planteaba cuántas tejas necesitaba y en función de la cantidad debía aportar su trabajo. El tejar en cuestión era la caseta que ahora existe frente a unos bancos y una mesa.

Había, también, huertos que se alimentaban de la fuente y suponían una buena manera de obtener alimentos para la subsistencia diaria. Otro vecino me comentará luego en el pueblo que hay un aljibe bajo tierra que tomaba el agua que salía de la fuente y servía para regar los huertos. Había que sacar partido a todo.

Llegamos a nuestro destino de hoy. Betorz aparece con las viviendas alineadas en torno a una calle que serpentea en su ascenso a la cota más alta del pueblo. Había diez casas en el pueblo, según comentará más tarde un vecino, con el que había coincidido a la entrada del pueblo. En la primera casa que hay a la derecha, según se llega al pueblo, hay una placa cerámica que indica "Cuartel de Poniente", recuerdo de la organización de los edificios hace tiempo. Subiendo, en el lado izquierdo, está el edificio de las escuelas. Todavía se conserva la placa metálica con el escudo de los tiempos de Alfonso XIII y la leyenda "Escuela Nacional M Betorz". Debajo, en el dintel de la puerta, luce la fecha "Año 1927".

Hay un edificio muy interesante en Betorz. Es la antigua almazara, situada en un extremo del pueblo, en la parte baja. Esta almazara, que está recién restaurada, era de seis de las familias del pueblo. Han cedido la instalación para disfrute de todos. Ha recuperado la estampa que tenía cuando estaba activa Detrás del edificio hay un pozo para obtener el agua necesaria. Era un molino de sangre, o sea, movido por animales. El animal movía el ruejo. La prensa era mecánica y a sus pies se encuentran dos balsas de decantación. Según explica Javier Valenzuela, en un artículo sobre Betorz publicado en el número 13 de la revista Tierra Bucho (2002), la iniciativa de construir una almazara surgió por lo penoso que era tener que bajar a Suelves a moler las olivas.

El molino entró en servicio en el año 1922. La prensa lleva una placa de La Maquinista Terrestre y Marítima, de Barcelona. La almazara ha conservado todos sus elementos, por lo que su recuperación permitirá conocer con detalle cómo se trabajaban las olivas para obtener el aceite.

El molino de Betorz antes de su restauración
El Molino de betorz tras su restauración
Viejo molino de sangre de Bertoz (Huesca)
Molino de sangres de Bertoz. Foto: M. Lisa
Magnífica prensa de volante y engranaje. M. Lisa
LA MAQUINISTA TERRESTRE Y MARÍTIMA. 1861
Olearum visita el Molino de Betorz. F: P. Lorenzo
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