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Oleoturismo en Finca La Torre y Museo de Usos y Costumbres San Benito
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12 de agosto de 2015
Antequera (Málaga)
Manuel Medina

Recientemente un grupo de periodistas, tanto nacionales como de América Latina, visitaron las instalaciones de Finca La Torre y compartieron una cena con el Aceite de Oliva Virgen Extra como protagonista en la Casa Museo Caserío San Benito.

Finca La Torre se sitúa a tan sólo 15 minutos de la localidad de Antequera. Posee 376 ha. de olivares, pastos y bosques de pinos. Una privilegiada situación a la que se accede por una avenida de palmeras de un kilómetro de longitud. La historia de este emplazamiento en relación con la producción y el comercio de aceite de oliva se remonta a hace más de 2.200 años. En Finca la Torre se cultiva la aceituna y se produce su aceite de forma totalmente natural y biológica. Para ellos, un olivar ecológico "no es una ideología, sino un requisito lógico para la producción de aceite de oliva de calidad. A partir de aquí, aplicamos todo nuestro saber y experiencia empezando por una poda adecuada de los árboles, el empleo de un abono de preparación propia (ganado ovino y ecuestre), un riego controlado y un inteligente control de plagas (determinadas trampas con feromonas e insectos beneficiosos). Además, investigamos activamente en el área de los nutrientes para la flora del suelo y la fauna, así como en la de la lucha contra la mosca del olivo. Nuestro principal objetivo es llevar a su cocina el "oro verde" de la forma más pura y fresca posible mediante el empleo de la tecnología más moderna y los conocimientos más avanzados, para que pueda disfrutar de los suaves aromas y de la sensación de que nuestros aceites vienen directamente del molino. Una tarea nada fácil, pero gratificante"

Borja Adrián Sanz, Director Comercial, junto a Víctor Pérez, Gerente, recibieron a los periodistas a los que comentaron los detalles de la producción del "oro líquido" que es el Aceite de Oliva Virgen Extra, así como los parámetros que Finca La Torre lleva a cabo para haberse posicionado como una de las productoras más galardonadas y reconocidas en su sector.

Tras mimar al extremo el olivar y su fruto, en Finca la Torre se utilizan diferentes métodos de cosecha según la ubicación, el cultivo y el grado de madurez, así como la calidad deseada. Lo principal es tratar el fruto de la manera más delicada posible y trasladarlo rápidamente al molino. Aplicar la tecnología más moderna y los estándares de higiene más elevados garantizan la obtención de aceites extraordinarios. Cuentan con una capacidad variable de 1,5 a 3 toneladas/hora, lo cual les permite reaccionar a las variaciones en la cosecha. Gracias a la ubicación central del edificio del molino y a la corta distancia hasta los olivares, las aceitunas se pueden molturar entre 2 y 4 horas después de ser cosechadas. La bodega fue remodelada en 2.011 aumentado la capacidad de almacenamiento a unas 200 toneladas, gracias a nuevos depósitos de 10.000 litros cada uno y dotados de un dispositivo automático de gas inerte. La bodega esta aislada contra el calor y está totalmente climatizada, al igual que la sala de envasado.

Casa Museo Caserío San Benito

Tras la cata de aceites en Finca la Torre, nos dirigimos a la Casa Museo Caserío San Benito, un impresionante museo Etnográfico en el que disfrutamos de un ágape brindado por el propietario del establecimiento, Antonio Galindo, al que acompañó Francisco Lorenzo Tapia, Presidente de Olearum, una asociación que se ocupa de divulgar y proteger la cultura y el patrimonio del aceite de oliva.
Esta cena con "Sabor a Málaga", tal como reza el eslogan de los que se ocupan de poner en valor los productos y la gastronomía de esta provincia, tuvo una especial peculiaridad. Los platos eran servidos a cada comensal por duplicado, siendo la única diferencia entre uno y otro la variedad de aceite de oliva utilizado en cada uno. De éste modo se pudo apreciar la importancia de este ingrediente, que dota de matices bien distintos según el empleado para la elaboración.

Si sorprendente fue la curiosa gastroexperiencia, no lo era menos el entorno en el que se desarrolló. Este Museo, pese a ser un edificio de nueva planta, fue construido con materiales de los siglos XVI y XVII, procedentes en su mayoría de edificios nobles de la comarca de Antequera que fueron desapareciendo: palacios, casas señoriales, iglesias y monasterios. Es éste un museo curioso, en el que se muestra una colección de objetos muy variados de diferentes épocas: juguetes, máquinas de coser, radios, piezas de cerámica, molinillos de café, cámaras fotográficas, etc., recopilados todos ellos durante más de treinta años por su propietario, Antonio Galindo. El carácter costumbrista del museo lo convierte en un lugar entrañable, una mirada al pasado en la que el visitante reconoce artículos cotidianos que han formado parte de su vida en algún momento, suscitándole múltiples recuerdos y evocaciones. Sin duda uno de los lugares más sorprendentes de Andalucía en los que poder celebrar cualquier tipo de reunión o encuentro en torno a la rica gastronomía de la zona.

Nuestro más sincero agradecimiento al Área de Turismo y Planificación Málaga-Costa del Sol de la Diputación de Málaga y a la organización del Salón Internacional de Turismo EUROAL por la colaboración prestada para la elaboración de este reportaje.

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