Es muy posible que este sistema de obtención de aceite de oliva, partiendo de los frutos maduros del olivo, fuese muy empleado en pequeñas explotaciones agrarias o para el autoconsumo, en las civilizaciones romana y griega hacia los siglos V y IV a de C. y previamente a la generalización del uso de la Mola Olearia.
Unos pesados cilindros de piedra eran empujados, con ayuda de unas estacas, haciéndoles recorrer un pequeño recinto excavado en la roca o una simple piedra rectangular y plana con fondo cóncavo, donde previamente se habían depositado las aceitunas. El mosto se hacía salir por una perforación hecha en su parte más baja y se recogía en unas piletas de decantación.
El sistema de rodillo, era muy usado por las civilizaciones griega y romana para la obtención de acite de oliva.