Maggie y Marc son dos británicos afincados en la Axarquía malagueña propietarios de una empresa de jardinería. Cuidando los jardines de sus clientes, se dieron cuenta que en casi todos ellos existían olivos. Tras una visita al Museo de Artes y Costumbres de Málaga decidieron que iban a tener un molino de aceite tradicional. Los altos precios de las piedras que se ofrecían en España, unido a su amistad con un británico afincado en Marruecos, les hizo decidirse por cruzar el estrecho y traerse dos piedras de molino del país norteafricano. Montaron su propio molino donde muelen las aceitunas que sus clientes de jardinería les traen. El prensado lo realizaban en una prensa de uva, si bien ahora usan su propia prensa de viga y quintal diseñada por ellos mismos y realizada con traviesas de tren. Es un día festivo. Cada participante trae, además de las aceitunas, un plato para compartir. Al final de la jornada, se puede disponer del aceite. Su decantación se realiza con filtros de cafetera. Con todo ello, el aceite obtenido es agradable al paladar.