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Como continuación de la anterior entrada, aquí seguiremos hablando de otros usos no alimentarios del aceite de oliva. Si anteriormente habíamos escrito sobre usos de iluminación y fabriles, ahora nos referiremos a la cosmética y la farmacopea y su vinculación al aceite de oliva.

Si bien parece ser que los fenicios ya conocían productos semejantes al jabón, sólo se usaban para tratamiento de tejidos, al estar realizados con grasas animales. En Grecia no se usaba el jabón, se frotaban fuertemente con una esponja. Las aguas muy calcáreas secaban la piel y había que frotarse con aceite para recuperar la elasticidad. En el Próximo Oriente destacó la ciudad de Alepo (Siria) como productora de jabones de oliva. Su fama, que continúa en nuestros días, ya era reconocida por egipcios y romanos.

En Europa, fueron los árabes del s. XI sevillano los primeros en hacer jabón tal y como lo conocemos hoy día, una mezcla de álcali con ácidos en las denominadas almonas.

Marsella, el más importante puerto del Mediterráneo francés, se especializa en la fabricación de jabón de aceite de oliva desde el s.XIV, llegando su nombre hasta nuestros días, pese a que en la mitad del s.XIX empieza a mezclar aceite de oliva con otras grasas vegetales. Hoy día, a nivel publicitario se usa la denominación “jabón de Marsella” para indicar que usa aceite de oliva entre sus ingredientes. En la España del s. XX la marca más conocida de jabón de oliva llevaba el nombre de un reptil. Más de uno sabrá a cual me refiero.

Respecto a las cuestiones sanitarias, además de tomarlo como ingrediente de las comidas, que es fuente de salud, el aceite de oliva es usado en otras aplicaciones. En la Biblia, usado como libro de historia, son muchas las referencias al uso médico del aceite de oliva. Por citar sólo una, en la parábola del Buen Samaritano se dice que cura las heridas con aceite y vino. (Lc 10,34). En época árabe, al aceite de oliva se le atribuían propiedades analgésicas, emolientes, antiinflamatorias, vasodilatadoras y vermífugas. Se prescribía en todo tipo de afecciones: dermatológicas, traumatológicas, odontológicas, oftalmológicas, otorrinolaringológicas, obstetricias y ginecológicas… En el Quijote se nombra al aceite de oliva como medicamento en dos ocasiones (el bálsamo de Fierabrás y el aceite de Aparicio).
Actualmente, el aceite de oliva sigue teniendo múltiples aplicaciones terapéuticas en campos muy diferentes. Dos cucharadas de aceite de oliva en ayunas es un efectivo remedio contra el estreñimiento. Se utiliza para los problemas de la piel y del cabello mediante masajes: aceite de romero y de laurel. Estos masajes son también recomendables antes y después de un ejercicio físico para calentar y tonificar los músculos. El aceite de rosas es un tónico muscular y es bueno igualmente contra quemaduras solares, cefalalgias y meteorismo. Como finalización haré referencia al uso que creo más llamativo. G. Durrell en su libro sobre sus recuerdos en la Grecia de principios del siglo XX, habla del aceite de escorpión como antídoto a las picaduras del mismo. Sorprendentemente, unos amigos que veraneaban en la costa gaditana en los años 60 usaban el mismo remedio ante la abundancia de escorpiones en la zona. Simplemente se introducía un escorpión vivo en un bote y se rellenaba con aceite de oliva para lograr la pócima. De cualquier forma, usen y disfruten el aceite de oliva.